Definitívamente el grupo de entrenamiento que hemos creado se consolida. Ayer eramos 18 runners los que nos metimos un buen tute en forma de fartlek.
Entre pista sintética, tierra, giros de 180º y troncos que teniamos que salvar, la adranalina iba desparramándose entre ánimos, bromas y zancadas poderosas.
Es fantástico entrenar así, la motivación nos empuja a correr un poco más rápido con menor esfuerzo y la empatía dentro del grupo va creciendo cada vez más.
Ayer los latidos cardiacos ya eran los que corresponden a una exigencia de entrenamiento como el que hicimos, lo que confirma que comenzamos ya a controlar nuestro ritmo a medida que nos conocemos mejor.
Muchachos, este es el camino de la mejora deportiva y de las grandes relaciones sociales, me gusta. Que tengáis un buen "finde".
Nos vemos el lunes.
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