¡¡ 10 !!

Sí, un DIEZ en FELICIDAD y ALEGRIA.
Y es que me ha salido una milla perfecta, escuchando y disfrutando de mis sensaciones.
Tengo que decir que al levantarme hoy por la mañana los cuádriceps ya los notaba casi normales, si bien en el calentamiento previo a la carrera se me han vuelto a cargar un poco y mi respiración todavía no era la normal, de hecho, al despertarme esta mañana mi frecuencia cardiaca en reposo era 8 latidos por minuto más de lo habitual, lo cual era indicativo que en mi interior todavía se estaba "cociendo" algo, pero bueno estaba motivado y esto compensaba cualquier carencia.
Tengo que decir que el ambiente reinante ha sido maravilloso, con 45 participantes del club calentando todos al unísono en el campo de rugby. Parecíamos algo grande, mejor dicho, ¡eramos un club grande!, y todos dispuestos a dar lo mejor de sí, como así finálmente ha sido.
Ya en carrera he sido muy cauto, hoy mandaban las piernas y sobre todo el susodicho sóleo, puesto que era su test definitivo.
Y... ¡Todo perfecto!. He salido a 3:20 el mil como había previsto al comenzar la tarde.
La alarma del crono me avisaba cada 20 sg. y en esa cadencia tenía que pasar por los 100, 200, 300m... y así lo he cumplido sucesívamente hasta los 800m.
Las fuerzas me iban acompañando a medida que lo solicitaba (dentro de unos límites, claro) y disfrutaba con algún que otro cambio de ritmo. Me veía tan bien que incluso, me envalentonado y he contactado con la cola del grupo de cabeza en los 900m.
He aguantado con ellos y ya preveía que el final iba a ser "de infarto" puesto que el ritmo del 1.000 ha sido de 3:15 y para estos atletas era un ritmo más bien cómodo.
Pues nada, así ha sucedido, el último 400 -al toque de campana- ha sido de los de levantarse del asiento. Los cinco de este grupeto hemos apretado el culo y nos hemos puesto a correr con ganas.
Carlos Fornés ha ganado con relativa facilidad y yo he realizado un bonito sprint con César Sanz, y Manolo Osuna, muy disputado hasta la misma línea de meta.
1:06 me he tomado en esta última vuelta y el sóleo no ha rechistado para nada. ¡Uahh!,mis pensamientos se han ido "al cielo": "Estoy todavía en forma y ya puedo comenzar a entrenar con normalidad...¡Soy inménsamente feliz!".
Tras cruzar la meta "dedicatoria especial" y saludos afectuosos con todos ¡que son mis atletas, y encima lo han hecho fenomenal!. Prácticamente todos han hecho récord personal. Se lo merecen por su dedicación, disciplina y su calidad humana.
Tarde redonda que hemos acabado con una cenita en una conocida pizzería de Denia.
Y el día 24 de febrero "montaremos" otra parecida, pero esta vez en la modalidad de cross.
Seguro lo volveremos a pasar en grande...
Hasta luego boys.